Maximiliano Martínez, Reseña: Isabel Gironés: Domingo Faustino Sarmiento y la iniciación de la gran vitivinicultura industrial argentina,
Revista RIVAR, IDEA-USACH, ISSN 0719-4994, N° 3, septiembre 2014, pp. 132-136
Reseña
Maximiliano Martinez*
* Departamento de Historia Facultad de Filosofía Humanidades y Artes Universidad Nacional de San Juan mrmpucara@yahoo.com.ar
Gironés de Sánchez, Isabel, Domingo F. Sarmiento y la iniciación de la gran vitivinicultura industrial argentina, San Juan, Homenaje, 2012, 382p CDC 634.882, ISBN 978-987-28232-0-7
La Historia como canalizadora de voluntades es tan antigua como la escritura de la misma. La necesidad del hombre de cronologizar su vida, su medio y sus relaciones a través del tiempo ha sido tan necesaria para representarse en el presente, como para intentar construirse hacia el futuro de una manera fundamentada y tangible. Esta publicación en homenaje al Bicentenario del Natalicio de Domingo Faustino Sarmiento, se realizó con una doble intencionalidad historiográfica: por un lado, reflexionar sobre el sentido de pertenencia cultural que implica la figura de este político para los sanjuaninos, y su anclaje simbólico con la vitivinicultura.
Por otro lado, a través de la reconstrucción presentada, se busca otorgarle a San Juan la posición que se merece en relación con la vitivinicultura. Es de público conocimiento que cuando se habla de vino en Argentina, automáticamente el imaginario social piensa en Mendoza.
Ambos objetivos impulsaron el trabajo de Isabel Girones de Sánchez, procurando, para ello, vincular el vino con el sanjuanino más representativo de su historia: Domingo Faustino Sarmiento. Esta relación legitima su trabajo en el campo académico.
El libro, que contó el auspicio del Gobierno de San Juan, de la Universidad Nacional de San Juan (Facultad de Filosofía
Humanidades y Artes) y la Junta de Estudios Históricos de San Juan, está dividido en una Presentación, a cargo de Margarita Ferrá de Bartol, Presidenta de la Junta de Estudios Históricos de la provincia de San Juan en ese momento; una Introducción; ocho Capítulos; y una Conclusión con un Anexo donde se sintetiza la vida de Sarmiento.
El Capítulo I -titulado “Familia y juventud”- hace un repaso de su nacimiento, infancia y estudios en la provincia de San Juan; su paso por San Francisco del Monte en San Luis y sus primeras “armas” en la docencia; su iniciación en el comercio entre San Juan y Chile y, finalmente, su ingreso en la vida militar.
En el Capítulo II, “El primer destierro: soledades y desencantos”, Gironés desarrolla el papel desempeñado por Sarmiento como educador, cantinero y minero en su primer exilio en Chile; sus trabajos en Aconcagua, Santa Rosa, Pocuro y Chañarcillo; y recupera el primer de contacto de Sarmiento con la vitivinicultura y Claude Gay (francés, erudito, naturalista e historiador francés contratado por el gobierno chileno para realizar los primeros estudios de la flora, fauna, geología y geografía de Chile).
Para el Capítulo III, “Primer regreso, iniciación en el periodismo, la educación y la política”, se ubica a Sarmiento en su vuelta a San Juan, en 1836, durante los orígenes del rosismo y la Confederación Argentina. También se aborda su vinculación con los intelectuales sanjuaninos en el autodenominado Club de los 5 (Guillermo Rawson, Sarmiento, Damián Hudson, Antonino Aberastain y Franklin Rawson) y la creación de instituciones culturales y de enseñanza: la Sociedad
Dramática Filarmónica, el Colegio de Señoritas Santa Rosa de Lima y el periódico El Zonda, considerado un instrumento conspirativo.
El Capítulo IV, “El segundo destierro. Observando, estudiando y combatiendo” trata sobre su segundo exilio en Chile y las actividades que allí desempeñó: periodismo, y su inserción en la política chilena de la mano de Manuel Montt. Otro aspecto muy destacable fue su mirada sobre la vitivinicultura chilena moderna gracias a la Sociedad Nacional de Agricultura de Chile y la planificación a futuro de la misma a través de la creación de la Quinta Normal de Agricultura.
El Capítulo V, “Sarmiento entre viajes y regresos”, relata sus viajes por Europa, África y Norteamérica para el estudio de los sistemas educativos, las políticas inmigratorias y los sistemas de colonización -vale acotar, una práctica extendida entre los integrantes de las élites dirigentes de entonces-, su regreso a Chile en 1848, y, finalmente, su vuelta a la Confederación para ponerse a las órdenes de Urquiza pensando el futuro país. Este proyecto se vio interrumpido ante su auto-exilio en Chile, aunque siguió vinculado con Argentina, en efecto, se verifica su participación en la instalación de la Quinta Normal de Mendoza, una institución clave para la planificación de la vitivinicultura en Cuyo.
Con respecto al Capítulo VI, “El retorno a la patria. Los dos costados del poder”, se relata el regreso definitivo y su papel en la política de Buenos Aires y en la gestión y educación públicas después de la caída de Juan Manuel de Rosas (Director General de Escuelas, Senador por Buenos Aires, profesor de Derecho en la Universidad de Buenos Aires) hasta su refugio en la isla de Carapachay en el Delta de Tigre (Buenos Aires) hasta su vuelta a San Juan para convertirse en gobernador en 1862. En este apartado es posible conocer la proyección económica y agroindustrial que el político había diseñado para la provincia y el país, buscando promover la minería -a través de la creación de la Escuela de Minas- y, principalmente, la agricultura y la modernización de la vitivinicultura -por medio de la inauguración de la Quinta Normal de San Juan, escuela que, al igual que su par mendocina, se especializaría en formar expertos en el arte del vino. Los problemas con las montoneras de Chacho Varela, la misión diplomática en Estados Unidos, y su concepción del ferrocarril y la educación como motores de cambios, son otros aspectos analizados en este apartado.
En cuanto al Capítulo VII, “Sarmiento, un presidente sin partido” relata la trayectoria más política más importante del sanjuanino, destacando medidas que incidieron en distintos órdenes de la sociedad: en la población -con el Censo de 1869-, en la agroindustria -con la exposición de Córdoba y el papel de San Juan en la misma con la vitivinicultura, en las comunicaciones (el ferrocarril y el telégrafo) para acercar regiones y, principalmente, consolidar el Estado, en la educación como panacea para todos los problemas, y la promoción de los estudios científicos como base de la prosperidad de una nación. La investigación también se detiene en los problemas que afectaron su gestión de la Nación: el asesinato de Urquiza y los levantamientos de López Jordán, y la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires. Para finalizar, el Capítulo VIII, “Entre funciones y el llano” analiza su retiro de la presidencia, la culminación de la construcción del Parque Tres de Febrero, la senaduría por San Juan en 1875, la plaga de filoxera que azotaría la incipiente vitivinicultura cuyana y la lucha contra ella; los “Regeneradores” y las nuevas expectativas para la producción vitícola, la formación de El Club Industrial de San Juan, la exposición Internacional de 1882 en Buenos Aires y el papel de los vitivinicultores sanjuaninos, la llegada del ferrocarril a San Juan en 1885 y la apertura del mercado para el vino sanjuanino a la Argentina y al mundo, Su última visita a Chile, San Juan y finalmente su muerte.
El estado moderno decimonónico necesitó, para su consolidación cultural, un panteón de “próceres”, hombres que estaban más allá de lo ordinario de la sociedad. Historiográficamente, la construcción de la imagen de Sarmiento estuvo vinculada a la educación con una intencionalidad prácticamente innegable: Sarmiento es el símbolo, a pesar de ser sanjuanino, de la educación argentina del Siglo XIX, viejo, serio, cascarrabias, autoritario. De la misma forma desde aquellos que han querido reivindicarlo lo han querido mostrar antinómicamente, un hombre plural de mundo, adelantado a su época, un polímata, ¿el único?, argentino.
Por el contrario, Isabel Gironés de Sánchez ubica a Sarmiento en una faceta poco conocida por todos: la del hombre que también trabajó incansablemente para la implementación de un modelo económico en San Juan, acorde al clima, la historia y la vinculación cultural con Chile, desde un concepto de región que supera lo historicista propiamente dicho.
A través de las páginas del libro, se trata de mostrar un personaje vinculado a la educación y la vitivinicultura en sus primeros años, impulsándolas especialmente desde el Estado en su madurez. Esa misma industrialización que se vincula directamente a una vitivinicultura moderna, técnica, lejos de aquella artesanal de los lagares sanjuaninos de la colonia y la revolución. Todos estos proyectos, demostrados desde sus experiencias en el exterior, Chile primero y luego África, Europa y Estados Unidos desde sus viajes.
La investigación está documentada heurísticamente de forma profunda y acabada, lo que demuestra un largo tiempo de trabajo en archivos y repositorios. A su vez, El libro acompaña lo narrativo con una importante cantidad de imágenes que hacen amena la lectura, que desde ya, está planteada narrativamente desde un relato para que cualquier persona tenga acceso, comprensión y entendimiento de la misma.
Parafraseando a Roland Barthes, Levi-Strauss nos ha enseñado a distinguir diferentes problemáticas en relación a la mera descripción de acontecimientos, teniendo encuentra la pericia del escritor, y entender la importancia del relato desde el análisis entre lo aleatorio más complejo (lo latente) y lo explícito en el propio discurso (lo manifiesto). Entonces, ¿dónde buscar la intencionalidad de cualquier obra o investigación? En el propio relato, en la misma etapa expositiva, en las influencias culturales que atraviesan a cualquier investigador, en su inmersión social, en el resultado de lo que fue-es, la forma en que lo plasma a través de lo que dice y también en lo que no, o en lo que dice y no lo hace implícitamente. De esa intencionalidad está plasmada el trabajo reseñado: mostrar un hombre distinto al que todos conocen, otra mirada sobre las miradas de siempre. En las lupercalias romanas, el vino liberaba, permitía, dejaba, igualaba, contenía; Gironés de Sánchez por medio de este libro y desde la ciencia histórica, de alguna manera, libera y humaniza a un Sarmiento parco, viejo, hosco, cimentando su mirada en la legitimación que cualquier investigación científica necesita para sí: La Metodología.
PD. En relación a la autora, Isabel Girones de Sánchez, cabe mencionar que falleció y desarrolló una importante trayectoria académica en la provincia, lo cual amerita este sencillo homenaje a través de la publicación de esta reseña. Miembro de número de la Academia Nacional de la Historia. Profesora y Magister en Historia por la UNSJ, autora de numerosos trabajos de investigación, ex ministra de Educación de la provincia, coordinadora de la maestría en Historia de la FFHA, es la cuarta representante por San Juan en la citada Academia en más de un siglo. Le precedieron Juan Pablo Echagüe, Horacio Videla, y Margarita Ferrá de Bartol.
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