Gema Mercado Roca - Mabel Cercos de Martín
"El problema de la capacidad de vasija vinaria en San Juan (Argentina) y sus intentos de solución (1960-1980)" / "The problem of vinaria vessel capacity in the province of San Juan and attempted made solution (1960-1980)".
RIVAR Vol. 1, N°1, ISSN 0719-4994 IDEA-USACH, Santiago de Chile, enero 2014, pp. 37 - 59
Artículos
El problema de la capacidad de vasija vinaria en San Juan (Argentina) y sus intentos de solución (1960-1980)*
The problem of vinaria vessel capacity in the province of San Juan and attempted made solution (1960-1980).
Gema M. Mercado Roca* - Mabel Cercos de Martín**
**Argentina, Mabel Graciela Cercós, Profesora en Historia. Lic. en Gestión de las Instituciones Educativas, Especialista en Investigación Educativa, mgcercos@yahoo.com.ar;
***Gema Melisa Mercado Roca, Profesora de enseñanza media y superior, Licenciada en Historia, ffha12913@yahoo.com.ar
Resumen
Este artículo se propone analizar los intentos de solución a una de las problemáticas dentro del desarrollo vitivinícola en la provincia de San Juan, el déficit de capacidad de vasija vinaria. Por un lado, desde las políticas públicas a cargo del Estado y, por otro, desde las empresas privadas, en el marco temporal comprendido entre el año 1960 y 1980.
Palabras clave: Vitivinicultura, producción, elaboración vínica, vasija vinaria.
Abstract
This paper aims to analyze the attempts to solve one of the problems in wine development in the province of San Juan, the shortfall capacity of vinaria vessel. On one hand, from the public politics of the Government, on the other hand from the privates companies; in the time frame between 1960and 1980.
Key words: Wine cultivation, production, wine production, vinaria vessel
Introducción
Durante la consolidación de la vitivinicultura en San Juan, durante el siglo XX, se evidencian, en forma recurrente, dos problemas fundamentales. Por una parte, la necesidad de los pequeños productores de uva de elaborar su propia materia prima, por las diferencias de rentabilidad entre estos y los bodegueros y por otra parte, la falta de capacidad de vasija vinaria1. En concreto, la vasija vinaria representa un margen de seguridad para la vitivinicultura y no siempre es suficiente para recibir la cosecha y elaborar los vinos nuevos, dado que, por lo general, las bodegas almacenan excedentes de años anteriores.
A partir del año 1960, el déficit de vasija se convirtió en un tema de urgente solución. Se hizo evidente en la abundante cantidad de pedidos, provenientes desde los distintos sectores, que se veían afectados por los problemas de almacenamiento y la mala distribución de la vasija existente por la expansión del área de producción.
Este artículo se propone analizar los intentos de solución al problema. Por un lado, desde las políticas públicas a cargo del Estado provincial y, por otro, desde las empresas privadas, en el marco temporal comprendido entre el año 1960 y 1980. Se trabajará con fuentes periodísticas, el acervo documental presente en el Archivo Histórico de la provincia y otros archivos de instituciones afines al tema.
Antecedentes
Desde el punto de vista económico, la década de 1930 comenzó en San Juan con el arrastre de una gran crisis de sobreproducción vitivinícola2, que sumada a la crisis mundial que repercutió en el país, paralizó a la economía local por la retracción del consumo interno y la caída vertical de los escasos productos que se lograban colocar en los mercados internacionales.
En la provincia, se concretó en 1932 la construcción de la Bodega del Estado3, en un intento por responder a una situación de larga data: la ardua lucha de los viñateros contra
los elaboradores para obtener un precio rentable, que les permitiera hacer frente a los gastos de cosecha. Se impuso así la intervención del Estado, a través de un proyecto encaminado a perfeccionar, asegurar y garantizar la industria vitivinícola, fundada en la compra anual del excedente de producción de vinos de bodegas particulares, con fines de añejamiento y creación de tipos especiales de vinos, procurando la mejora de la calidad para la exportación del producto estacionado. "Por ello se crea la Bodega del Estado que sería un elemento de colaboración, equilibrio y banquero de la industria4. Esta medida, resolvió una parte del problema, la capacidad de vasija vinaria, ya que la Bodega del Estado, por el momento, funcionó sólo como depósito.5, pero no resolvió la necesidad de los viñateros de elaborar su propia materia prima" (Mercado y Cercós, 2012).
Entre 1940 y 1960, la superficie cultivada de vid en la provincia, había experimentado un paulatino crecimiento, como así mismo la elaboración vínica. Las obras hidráulicas iniciadas posteriormente al terremoto de 1944 (Sánchez, 2011-2012) y la transformación tecnológica, representada por el reemplazo de la tracción a sangre por maquinaria agrícola, utilizada para las labores en la vid, sumado al cambio del sistema de conducción de vides, que produjo la sustitución de viñedos de espaldera por nuevos parrales que permitían el uso del tractor, fueron factores que aportaron al crecimiento.
Figura N° 1: Provincia de San Juan. Superficie cultivada con vid, en hectáreas, 1940-1960.
Fuente: Elaboración propia con datos tomados de Cercós y Mercado, 2012.
Figura N° 2: Provincia de San Juan. Elaboración vínica, en litros, 1940-1960.
Fuente: Elaboración propia con datos tomados de Cercós y Mercado, 2012.
Por entonces, había mejorado también el mercado del vino en la esfera nacional ya que el consumo (en más de un 90% de tipo común) per cápita iba ascendiendo. Esto se explica por el crecimiento vegetativo, por haberse incorporado definitivamente esta bebida a los hábitos alimenticios de la población y por mantener sus precios de comercialización a niveles accesibles para consumidores de menor poder adquisitivo.
Figura N° 3: República Argentina. Consumo per cápita, en litros, 1940-1960
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de Instituto Nacional de Vitivinicultura, 1960-1970.
En la década de 1950, el cultivo de la vid se presentó como el monocultivo que marcó el perfil productivo sanjuanino posterior. Por otra parte, entre 1940 y 1960, mientras la superficie cultivada con vides aumentaba un 60%, la capacidad de vasija vinaria aumentaba el 120%. (De la Torre, 2012)
Figura N° 4: Provincia de San Juan. Capacidad de vasija vinaria, en litros, 1941-1960
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de Instituto Nacional de Vitivinicultura, 1960-1970.
Como puede observarse el aumento más significativo se produjo a partir del año 1955, cuando la gobernación de la provincia estaba en manos del desarrollista Dr. Américo García6. No obstante, la escasez de vasija vinaria se erigía, una vez más, como crítica constante por parte de los distintos sectores involucrados en el proceso productivo de la uva.
La década de 1960
El inicio de esta década mantiene las tendencias ya señaladas para la provincia. Por un lado, la superficie cultivada con vid experimentaba un paulatino crecimiento. En cuanto a la elaboración vínica en general, se observa también un aumento, excepto en los años 1968 y 1969.
En el siguiente cuadro se muestra un panorama de la relación existente entre la superficie cultivada, producción de uva y elaboración vínica del período.
Tabla N° 1: Provincia de San Juan. Principales indicadores de la producción vitivinícola, 1960-1970
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de Instituto Nacional de Vitivinicultura, 1960-1990.
Para 1960 la capacidad de vasija de la provincia ascendía a 710.165.600 litros. Por factores climáticos, el volumen de la cosecha de 1960 no demandó mayor capacidad de vasija de la que había en la provincia. Sin embargo, se preveía que en los años siguientes, la capacidad de las vasijas podría ser insuficiente:
...la carencia de suficiente capacidad para almacenamiento de vinos, y su proceso de elaboración, y ante un hecho consumado evidente y de cuya solución dependía en gran parte la tranquilidad económica de innúmeros productores, no se titubeó en asignar buena parte de los recursos para industria a la conjuración del desastre que se preveía (Banco de San Juan, 1960: 49).
Con base en esas previsiones, se otorgaron créditos para la promoción de diversas actividades en la provincia, a través del Departamento de Promoción Económica del Banco de San Juan7. El monto acordado para la industria vitivinícola fue de m$n 62.151.500, destinados a la construcción de vasijas para 15.571.200 litros de vino e instalaciones. Para cooperativas vitivinícolas se acordaron m$n 35.235.400, destinados a la construcción de capacidad para 7.950.000 litros de vino.
Entre las obras realizadas con estos créditos, podemos mencionar:
• Construcción de prensas para uva y bodega para la firma de Antonio Delgado y otros, del Departamento 25 de Mayo.
• Implantación Industrial: piletas de bodega para la firma Herederos de José Font S.A., en el departamento de Rawson.
• Instalación de bodega para la Cooperativa El Cerrillo Limitada, en el departamento Rawson.
• Construcción de bodega para la firma Sohar M. Putelli, en el departamento Sarmiento.
Las construcciones de nuevas bodegas y ampliaciones financiadas por el Departamento de Promoción Económica del Banco de San Juan, sumaron un total de 19.794.200 litros de capacidad. Durante 1959 a 1962, se amplió la capacidad de Bodega del Estado en 50.000.000 de litros. Otras ampliaciones de capacidad fueron realizadas con créditos de entidades financieras, como por ejemplo, Bancos Oficiales Nacionales, Industrial, Hipotecario, etc., y aportes de particulares, sumando un total de 54.503.900 litros. El total del aumento de la capacidad de vasija vinaria para el período fue de 124.297.800 litros (Secretaría de Economía, 1962: 16-17).
Entre 1963 y 1966, se transformó la Bodega del Estado en un moderno establecimiento elaborador en manos de la Corporación Agro, Vitícola y Comercial, más conocida como CAVIC.
No obstante las iniciativas señaladas, el problema de la poca capacidad de vasija vinaria continuaba vigente. La Federación de Viñateros propuso medidas a adoptar, entre ellas, la construcción de vasija vinaria por parte del gobierno de la provincia, en la Bodega del Estado; y por CAVIC en los departamentos de Sarmiento y 25 de Mayo, donde la relación vasija producción resultaba más deficitaria.
CAVIC llevó a cabo los planes de atacar el déficit de vasija vinaria y de descentralizar su complejo agro-industrial con la construcción de dos bodegas regionales: una en Media Agua (departamento Sarmiento) y otra en Santa Rosa (departamento 25 de Mayo), con una capacidad de 16.500.000 litros cada una.
Entre los años 1967 y 1969, el Estado construyó siete bodegas regionales, que sumaron una capacidad total de 61.672.000 litros..8 Durante estos años, las entidades financieras locales incrementaron el porcentaje de préstamos destinados a la actividad industrial, correspondiéndole el 63% a la industria vitivinícola. Se acordó ayudar crediticiamente a los viñateros sin bodega que proyectaran construir sus propios establecimientos y facilitar las ampliaciones de las bodegas existentes en manos privadas.
La documentación reglamentaria presentada por los bodegueros ante la Dirección de Industrias de la provincia9, nos permitió analizar los establecimientos que efectuaron ampliaciones en su capacidad de vasija y los años correspondientes.
Sumando las ampliaciones de capacidad hasta 1970, efectuadas por la Bodega del Estado: 50.000.000 de litros, CAVIC: 33.000.000 de litros, cooperativas vitivinícolas: 7.950.000 litros y Bodegas Regionales: 61.672.000 litros, obtenemos un total de 152.622.000 litros.
Se infiere por lo tanto que los sectores privados aportaron una capacidad total de 686.798.700 litros.
Figura N° 5: Provincia de San Juan. Ampliaciones de capacidad vinaria (1940-1970)
Fuente: Elaboración propia con datos tomados de Cercós y Mercado, 2013)
Se logró así un total de crecimiento en capacidad a nivel provincial, para el período, de 839.420.700 litros, que sumado a los valores del año 1940 (290.101.600 litros) refleja un total de 1.129.522.300 litros, para 1970.
La década de 1970
En el siguiente cuadro se muestra un panorama de la relación superficie cultivada, producción de uva y elaboración vínica del periodo 1970-1980, destacándose una baja de la superficie cultivada al finalizar el período, y comenzando a crecer nuevamente a partir de 1980. Por su parte, la elaboración vínica mermó sensiblemente en los años 1975, 1977, 1978 y 1980.
Tabla N° 2: Provincia de San Juan. Principales indicadores de la producción vitivinícola, 1970-1980
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de Instituto Nacional de Vitivinicultura, 1960-1990.
Los primeros años de la década de 1970
A partir de la década de 1970 se registró en la provincia la sustitución de vasijas de madera por las de mampostería, de acuerdo con tendencia que se da a nivel internacional. En efecto, Francia, principal país elaborador, practicaba y propiciaba el cambio por razones económicas. La vasija de mampostería al formar parte de la estructura física del establecimiento permitía una más racional adaptación a la capacidad global de la unidad elaboradora; por el contrario, la de madera, incorporada por accesión, ocupaba más superficie cubierta y hacía menos perfecta su adecuación al resto de las instalaciones.
Hasta entonces el roble era la materia prima sin sustituto adecuado para la construcción de vasija. La imposibilidad de su importación creaba problemas de reposición y construcción de nuevas unidades. Las existentes databan en casi su totalidad de fines del siglo XIX.
En efecto, entre 1890 y 1920 se produjo en el país el grueso de la importación de madera de roble, con la cual se construyó gran parte de la vasija utilizada10.
En el contexto temporal analizado, se destaca -en cuanto a los materiales utilizados- el poco uso de la vasija metálica y de madera, con un claro predominio de la construida con cemento y mampostería. Sin embargo, en Mendoza sobresalían las de madera y en San Juan, las metálicas (INV, 1971-1974).
De acuerdo con la afirmación del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV)11, entre 1970 y 1974, a nivel país no aumentó la capacidad de vasija con igual ritmo que los incrementos de superficie y producción vitícola, habiéndose registrado un exceso de oferta con respecto a la demanda, lo que se convirtió en fuente de excedentes anuales permanentes (INV, 19711974).
Tabla 3: República Argentina. Capacidad de vasija vinaria, en litros, 1970-1974
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de Instituto Nacional de Vitivinicultura, 1971-1974
A escala provincial, se advierte que Mendoza posee la mayor proporción de capacidad de vasija, siguiéndole San Juan. Según estimaciones del INV, estos valores no reflejan las situaciones futuras, siendo más crítico el caso de la producción sanjuanina que requeriría la puesta en funcionamiento de 39.000.0000 litros de vasija para la cosecha de 1975.
El fantasma de la superproducción:
A partir del año 1973 un nuevo problema afecta la vitivinicultura local: la superproducción. De acuerdo con el periódico El Viñatero, la elaboración vínica de ese año aumentó en 160.000.000 de litros con respecto a los 475.306.400 litros del año anterior, sumando un total de 635.324.800 litros. La capacidad de vasija total de la provincia era de 1.165.000.000 de litros. La existencia de vino al 1° de octubre de 1973 era de 625.358.400 litros, se calculaba una salida mensual de 31.000.000 de litros, y se pronosticaba para 1974 una elaboración de 800.000.000 de litros (El Viñatero, 15/10/1973: 1).
Teniendo en cuenta esos datos y haciendo una proyección, registramos la siguiente situación: sumadas las salidas mensuales calculadas entre octubre de 1973 y la finalización de la cosecha de 1974 (finales de marzo) alcanzaban un total de 186.000.000 litros aproximadamente que, restado a la existencia de octubre de 1973 da una existencia remanente, al finalizar el mes de marzo de 1974, de 439.358.400 litros. A esa información debemos sumarle el pronóstico de producción para la cosecha de 1974, de 800.000.000 litros, resultando un total de 1.239.358.400 litros. Si comparamos esta existencia estimada con la capacidad de vasija publicada por el periódico de 1.165.000.000 litros, surge un déficit de 74.358.400 litros. Es de hacer notar que este déficit se produciría en un momento de pico de producción, y de mantenerse las salidas mensuales calculadas al cabo de los tres meses posteriores a la cosecha, estaríamos dentro de la capacidad vinaria existente.
Figura N° 6: Provincia de San Juan. Proyección de existencia de vinos en relación con la capacidad de vasija vinaria, 1973-1974.
Fuente: Elaboración propia basado en datos extraídos de El Viñatero, 15/10/1973: 1)
Las estimaciones del volumen de uva a cosechar para el año 1974 eran de 850.000.000 kg, de acuerdo con el Instituto Nacional de Vitivinicultura. Pero una vez en marcha la cosecha, la realidad superó en un 25% las estimaciones. Al 5 de abril de dicho año se habían levantado en la provincia 350.000.000 Kg, la cosecha mostraba un ritmo desacelerado, no de acuerdo a los tiempos habituales de la vendimia, esto haría aumentar para el 15 del mismo mes a 430.000.000 Kg. el volumen.
El plazo fijado para la finalización de cosecha era del 25 al 30 de abril lo que haría imposible levantar toda la cosecha estimada. La uva que quedara en cepa seguiría el proceso de pérdida de peso y aumentaría el grado en beneficio de los bodegueros.
Numerosas bodegas de la provincia que molían a maquila,12 habían colmado su capacidad de vasija, razón por la cual anunciaron la paralización de molienda frente a la imposibilidad de seguir recibiendo uva sin disponer del mínimo indispensable de piletas.
El INV suspendió la autorización para todo traslado interprovincial, desde San Juan a Mendoza, de vinos 1974; esta medida restó capacidad de maniobra a los industriales para desocupar vasija y seguir recibiendo uva, a esto se sumó la demora en la reglamentación del decreto por el cual el CIFEN (Entidad Comercial, Inmobiliaria y Financiera) por intermedio de CAVIC, adquiriría todas las uvas de aquellos productores cuyos viñedos no excedieran las 10 hectáreas en total.
Con respecto al problema de la capacidad de vasija y realizando un análisis de la situación, para mediados de abril y teniendo en cuenta la salida al consumo de vino registrada al 1 de marzo, de 38.621.800 litros (mayor a la del mismo mes del año anterior), quedando un remanente al 1 de abril de 335.941.200 litros, menos la salida de abril y sumando la elaboración de vino estimada nos da un total para mayo de existencia vínica de alrededor de 1.100.000.000 litros.
La capacidad de vasija existente en la provincia era suficiente para cubrir la demanda. Sin embargo, numerosas bodegas pequeñas no realizaron la molienda por lo que hubo un considerable volumen de capacidad de vasija ociosa. Muchas de estas se encontraban en mal estado. Ante la probabilidad de falta de capacidad, el Poder Ejecutivo dictó un decreto por el cual se fijaron los precios máximos para el alquiler de vasija vinaria, para evitar los abusos. (El Viñatero, 15/04/1974: 4).
Para mayo, la situación era más compleja: no se terminaba de levantar la cosecha, existía un importante stock de vino, casi todas las bodegas no habían comprado uvas y habían molido la de sus clientes por el sistema a maquila, los vinos así obtenidos sólo se podían comercializar hacia finales del año, lo que haría que las bodegas fraccionadoras no necesitaran adquirir vinos en los próximos meses y quizás hasta el próximo año. A este panorama se le agregaba el problema de que al tiempo de la próxima vendimia la vasija vinaria no alcanzara para conservar el vino que debía elaborarse, pues en ella estaría almacenado un sobrante equivalente a casi una cosecha.13
Los datos sobre el déficit de vasija vinaria no coinciden si tenemos en cuenta los totales proporcionados por las estadísticas publicadas por el INV:
Tabla N° 4: Provincia de San Juan. Relación elaboración vínica, existencia de vinos y capacidad de vasija, 1972-1974
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de Instituto Nacional de Vitivinicultura, 1991.
De acuerdo con estos datos, no existió déficit de vasija en la provincia, sino un sobrante. Sin embargo podemos considerar el problema de los vinos intervenidos y la ocupación de vasija para estos. A lo que se suma el no mantenimiento de las vasijas, restando disponibilidad real de almacenamiento.
Una alternativa ante el exceso de producción de uva y la imposibilidad de molerla fue destinarla al consumo en fresco.
Terminada la cosecha recién en el mes de mayo, había una existencia entre vino viejo y nuevo de 1.100.000.000 de litros en piletas, prácticamente excediendo la capacidad de vasija provincial. Si se estimaba que la salida anual de vinos para consumo era de 400.000.000 de litros al mercado interno, el problema serían los 700.000.000 de litros de vino, sin destino que quedarían en bodega hasta la próxima elaboración.
De acuerdo a un artículo aparecido en El Viñatero, la situación de las principales provincias vitivinícolas, para junio de 1974, se reflejaba de la siguiente manera:
Figura N° 7: Uva destinada para vinificación u otros usos vínicos, en porcentaje, 1974.
Fuente: Elaboración propia con base en El Viñatero, 01/06/74.
Figura N° 8: Uva destinada para consumo en fresco, en %, 1974
Fuente: Elaboración propia con base en El Viñatero (01/06/7)
El total de la cosecha de 1974 en el país fue de 3.443.400.000 kg de uva, de los cuales 3.372.900.000 kg se destinaron a vinificación u otros usos vínicos y 70.530.000 kg al consumo en fresco, destacándose San Juan en este último, con el 94,17%.
Los artículos aparecidos en El Viñatero desde junio de 1974 hasta febrero de 1975, reflejaban de manera permanente el déficit de piletas que, para octubre, era de 800.000.000 de litros entre San Juan y Mendoza. Asimismo, mostraban la preocupación de los diversos sectores involucrados en la cuestión vitivinícola y los llamados de atención hacia el gobierno de la provincia en pos de solucionar el problema.
Un debate público organizado por el Rotary Club de Concepción14 convocó a diversas voces involucradas para tratar el problema de la vasija vinaria. Desde el sector de la construcción advertían sobre la carencia de mano de obra y falta de infraestructura capaz de construir vasija con el ritmo requerido, por lo que proponían paralizar algunas obras públicas en ejecución y no licitar ninguna otra por un plazo de 180 días. Ante la falta de hierro y cemento, sugerían el uso de la vasija metálica.
El gerente de la sucursal San Juan del Banco Nacional de Desarrollo, por su parte, aclaró que hasta entonces habían sido escasas las solicitudes recibidas para construir vasijas -que cubrirían un 10% del déficit- Esta falta de interés por parte del sector empresarial puede atribuirse a los grandes montos de inversión requeridos, al interés y la amortización de estos créditos a largo plazo. También influirían, en este sentido, la desorientación e incertidumbre que atizaban los planes de futuro de los industriales15.
Desde el INV se esbozó la situación de la producción, capacidad de vasija y exportación, destacando el retroceso en cuanto a la diversificación del destino de la uva, dado por la paralización desde el año anterior de las exportaciones de pasas y uvas en estado en fresco, por efecto de medidas cambiarias y aduaneras que descolocaron a estos productos en la competencia internacional.
En las conclusiones del foro se estableció que el déficit de vasija para la cosecha prevista de 1975, sería de 400.000.000 de litros y se estimaba la construcción de no más de 100.000.000 de litros.
Se sugirieron planes desde el gobierno para que los proveedores locales entregaran a constructores de vasijas los materiales indispensables y construyeran cilindros de más de 200.000.000 de litros, por resultar más rápido y económico.
Ante la posibilidad de la construcción de vasija metálica, el problema era la falta de experiencia en el trabajo del acero inoxidable y la inexistencia de epoxi, elemento indispensable para darle destino vinario.
Otra alternativa fue concentrar mosto y exportar el equivalente a 80.000.000 kg de uva reduciendo el déficit de vasija en 50.000.000 de litros. En cuanto a la diversificación: incluir las uvas en fresco y las pasas en la lista de productos no tradicionales, lo que haría eliminar los recargos aduaneros y otorgar reintegros.
En lo que respecta a la política crediticia para la construcción de vasija, se pidió una reducción en los requisitos indispensables para el otorgamiento de préstamos. Se deberían fijar los precios de los alquileres de vasija para que respondieran a una equitativa rentabilidad sobre el capital invertido, por aquellas personas que construyeran vasija, alentándolos a quedar al resguardo de la inflación.
Como respuesta por parte del gobierno a las sugerencias propuestas en el debate y al argumento de la falta de planificación para el largo plazo, se tomaron medidas como la construcción de vasija vinaria de la bodega del Estado, ampliándola en una capacidad aproximada de 47.000.000 de litros y Creación del Comité Mixto para la Construcción de Vasija Vinaria, integrado por representantes de todos los sectores que intervenían en el proceso. Tendría funciones de fiscalización y coordinación. Este ente mixto funcionaría dentro del ámbito del Ministerio de Economía, siendo su presidente el titular de esa secretaría, y lo integrarían representantes del Banco de San Juan; Banco Nacional de Desarrollo, sucursal San Juan; INV, delegación San Juan; Federación Económica; Federación de Viñateros; MUPA16; Cámara de Bodegueros; Cámara Vitivinícola; Federación de Cooperativas; CGT y CAVIC.
Se otorgó a las cooperativas vitivinícolas facilidades para el pago del impuesto a las actividades lucrativas, a través de la firma de un convenio entre el Ministerio de Economía y la Asociación Sanjuanina de Cooperativas, por el cual se les daba un subsidio igual al monto que pagaban sus asociados, el cual debía ser destinado a la construcción de nueva vasija o ampliación de la existente (El Viñatero, 1974-1975)17.
Por gestiones realizadas por el gobernador de la provincia18 en Buenos Aires, el Banco de San Juan redujo un punto en los intereses de los préstamos que otorgaba para construcción de vasija vinaria, el Directorio del Banco Central resolvió un redescuento para reparación de vasija. Además, consiguió 1.100 toneladas de chapa para CAVIC, y la provisión de hierro redondo y otros materiales.
Otra opinión autorizada del momento, sobre las causas del desinterés de los viñateros en los créditos para construcción de vasija, fue la de Eusebio Baltazar Zapata19. Para el dirigente, las limitaciones provenían de las disposiciones del INV, ya que según los datos del Consejo de la Protección de la Producción Agrícola (AGRO)20, en la provincia existían 12.926 productores, de los cuales 9.924 poseían entre 1/2 y 4 1/2 hectáreas, 2.606 tenían entre 4 1/2 y 24 y 1/2 hectáreas, 325 eran propietarios de más de 24 1/2 hectáreas y los 71 propietarios restantes tenían menos de 1/2 hectárea. La disposición del INV establecía que podían utilizar los créditos para la construcción de vasija los viñateros con una producción mínima de 500.000 kg de uva, si tomamos un promedio de 20.000 kg por hectárea, solo 325 productores estaban en condiciones de construir sus vasijas. En San Juan, existían 379 bodegas, lo que indicaba que descontando las grandes bodegas con producción propia y las empresas comerciales, los productores en condiciones de instalar vasija propia eran pocos y, para el dirigente, ese era el motivo, por el cual los créditos ofrecidos no tenían la demanda esperada. Quienes necesitaban la vasija eran los 12.600 productores con menos de veinticuatro hectáreas, para quienes no era redituable construirlas.
Zapata proponía como solución, que los productores se agruparan en cooperativas o que la CAVIC ampliara su capacidad, ya que los créditos bancarios eran ilimitados para las cooperativas y las bodegas estatales (El Viñatero, 1974-1975).
Para mayo de 1975 se avizoraba una necesidad de vasija de 1.220.000.000 de litros y el déficit de piletas sería de 240.000.000 de litros,21 a esto se le sumaba el aluvión incontrolado de la inflación general que había hecho aumentar, en un año, un 50% los costos de producción.
Tabla N° 5: Costos de producción, en pesos, 1974-1975
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de El Viñatero, 1975
El Poder Ejecutivo de la provincia, para evitar el abuso de los propietarios de vasija vinaria en el canon de alquiler de las mismas, emitió un decreto en la primera quincena del año 1975, fijando precios máximos.
Para abril, los pronósticos de cosecha abundante no se concretaron en la práctica, la realidad fue una cosecha tardía y mermada, del 30 al 35% con respecto a la anterior, por las condiciones climáticas -lluvias y granizo-, lo cual afectó por podredumbre a las variedades moscatel, torrontés y cereza. Las enfermedades más comunes que se presentaron fueron la peronóspora, el oídio y la botrytis. Fue una cosecha considerada normal, autoregulada por la naturaleza. Por su parte, en setiembre de 1975, se inició la construcción de 116 piletas en la Bodega del Estado (CAVIC), las cuales representaban una capacidad de 48.074.200 litros. La inauguración simbólica se realizó a fines de 1976.
Ese mismo año, se registró también una situación de normalidad en cuanto a los volúmenes cosechados, sin fenómenos climáticos ni plagas que afectaran la producción, la cual fue levantada en óptimo estado sanitario y madurez industrial. La producción total de uva para 1976 fue de 825.000.000 kg, levemente superior a los 784.901.400 kg de 1975. Sobró vasija y no se registraron "corridas" por la sobre oferta de uvas.
En un artículo aparecido en El Viñatero de junio de 1976, el Banco Central de la República Argentina recordó que estaba en vigencia una ampliación de créditos dispuesta desde fines del año anterior, con destino a la financiación de las necesidades de inversión y/o gastos que demandara la construcción de vasija vinaria, de acuerdo con el decreto 720 de 1974. Se aclaraba en el mismo, que solo podían ser solicitados, en primera instancia, para culminar obras iniciadas. Una vez satisfechos estos requerimientos, los bancos podrían atender los pedidos de créditos para nuevas obras, pero solo en casos en que se demostrara la falta de una capacidad real de vasija para almacenar el producto de la vendimia 1976 (El Viñatero, 21/06/1976: 6).
Para julio del mismo año, el nuevo interventor del INV, el General Aniceto Pérez, resolvió constituir la Comisión que tendría a cargo el estudio del IV Censo Nacional de Viñedos y del I Censo Nacional de Vasija Vinaria. Ambos se concretaron años más tarde.
Los últimos años de la década:
El binomio 1977-1978 registró una merma en la producción de uva, debido al deterioro producido por los fenómenos climáticos de febrero y marzo, computando, entonces, una cosecha insuficiente. Esto provocó una escasez de vinos, de modo que fue posible atender la demanda interna, pero no así a la requisitoria importadora de Rusia y otros mercados, consumidores de vinos blancos escurridos producidos por uvas cereza y criolla.
Otros motivos que incidieron en la mencionada disminución fueron el escaso margen de maniobras del sector viñatero; la asfixia financiera por el irrisorio precio del vino en la plaza trasladista; dificultades para obtener inversiones destinadas a plaguicidas, abonos y labores culturales en los parrales; y el acelerado incremento de los costos de producción por indexación de revalúo fiscales, tasas, gabelas y las tarifas de servicios públicos (agua, gas, energía eléctrica y combustibles). Esta coyuntura adversa se vio agravada por la aplicación de nuevos impuestos a la producción agrícola, y por las tasas de interés de los créditos bancarios, inaccesibles para el sector de la producción (El Viñatero, 14/05/1977: 1).
A su vez, el 23 de noviembre de 1977, un sismo de importantes características afectó la producción de los departamentos de Caucete, 25 de Mayo, Angaco y 9 de Julio (agrietamientos del terreno y sensibles desniveles de superficie que imposibilitaban la correcta canalización del riego, derrumbe de parrales, pozos para riego fuera de servicio). Estos representaban el 50% del total de la zona de producción vitivinícola de la provincia (Mapa N° 1). A los graves daños se sumaron: derrumbamiento de bodegas, deterioro de piletas de depósito y destrucción de tanques metálicos de almacenamiento.
Figura n° 10: Departamentos de la provincia de San Juan
Para remediar la situación, el titular del Banco de San Juan informó acerca de un sistema de créditos para el auxilio financiero de los damnificados del sismo, destacando que se aplicarían a la reconstrucción y reparación de activos productivos correspondientes a la actividad económica privada, temporalmente inmovilizada o seriamente dañada. (El Viñatero, 01 al 07/01/1978: 1).
Con respecto a la capacidad de vasija, a pesar de los daños, existía un sobrante de la misma. (El Viñatero, 1-7/01/1978, 1-2).
A fines de 1978, el gobierno nacional sancionó la Ley N° 21.905 autorizando al INV a realizar el I Censo Nacional de Vasija Vinaria y el IV Censo Vitícola Nacional, el cual se llevó a cabo entre el 1 de octubre de 1979 y 29 de febrero de 1980.
Para 1979 no se produjeron plagas importantes, dando como resultado un aumento en la producción de uva, sin que significara una crisis de sobreproducción ni representara un problema para la capacidad de vasija en San Juan, como lo venía advirtiendo el INV.
A manera de representar el último período analizado, elaboramos el siguiente cuadro y gráfica con los datos de capacidad de vasija vinaria.
Tabla N° 6: Provincia de San Juan. Capacidad de vasija vinaria, en litros, 1975-1980.
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de Insituto Nacional de Vitivinicultura, 1960-1990.
Figura N° 9: Provincia de San Juan. Evolución de la capacidad de vasija vinaria, 1975-1980
Fuente: Elaboración propia con datos extraídos de Instituto Nacional de Vitivinicultura, 1960-1990.
Conclusiones
La capacidad de vasija vinaria representaba para la provincia de San Juan un margen de seguridad dentro del proceso de la industria vitivinícola. Sin embargo, en el período analizado, no siempre fue suficiente para recibir la cosecha y elaborar los vinos nuevos. Esta situación se veía agravada por la existencia de stock vínico de años anteriores, y los vinos intervenidos por el INV.22
Luego de analizar las transformaciones de la vasija vinaria en la provincia, en particular la construcción y acondicionamiento de las mismas, observamos un evidente incremento de la capacidad, excepto en 1980, cuando se registró una disminución (representada en un 0,009%). Entre los factores que llevaron a esta disminución, destacamos la falta de mantenimiento en la infraestructura por cuestiones económicas, relacionadas de manera directa con el proceso inflacionario que vivía el país.
En el período estudiado, hubo años en que los pronósticos acerca de una probable sobreproducción vitivinícola incidieron en que los sectores del circuito vitivinícola mostraran su preocupación por el posible déficit de almacenamiento de la producción vínica. Sin embargo, en la práctica, este problema, que llevó muchos meses de avances y retrocesos de las políticas nacionales y provinciales, no fue real.
Notas
1 Volumen de vino que pueden almacenar las piletas construidas para tal fin.
2 Las crisis vitivinícolas se clasifican en: crisis cortas: Accidentales por escasez o abundancia; crisis largas, donde las causas son de orden económico más que técnico y pueden originarse por un desequilibrio entre la producción media y la demanda media; y crisis muy largas, originadas en los sistemas de cultivos, son mundiales y seculares y tienen efectos más serios y generales. (Díaz Araujo y Iuvaro, 2006)
3 La Bodega del Estado se crea por Ley 439 del 25 de febrero de 1932, durante el segundo gobierno de Federico Cantoni (1932-1934), caracterizado por una profunda crisis vitivinícola y económica. En el discurso dado por el gobernador a la Cámara de Legisladores, al momento de la creación de la Bodega, aclara sobre la diversidad de medidas tomadas para suprimir la especulación en los negocios del vino, cuyo resultado fue "... la ruina y el desastre..." (Mensaje del gobernador Federico Cantoni a la Honorable Cámara de Representantes, 1932)
4 El primer cuerpo de la bodega para almacenar 250.000 hectolitros de líquido estuvo listo en septiembre de 1932 y en octubre del año siguiente trabajó con el máximo de capacidad, 500.000 hectolitros.
5 Se entiende por establecimiento de bodega, aquel donde se industrializa la uva con destino a la elaboración de vinos, y establecimiento para depósito y /o fraccionamiento de vino, aquel donde se estaciona y/ o fracciona el producto elaborado.
6 La fórmula Américo García- Alberto Correa Moyano, asumió la gobernación de San Juan el 1 de mayo del año 1958, influenciados con la misma doctrina que el presidente Frondizi llevaba adelante bajo el signo del desarrollo. Convencido el gobernador de que sin desarrollo económico-social no había progreso, pensó, programó y encauzó un verdadero plan de promoción agroindustrial. El desarrollo implicaba cambiar la calidad de la economía y dentro de esto, mostró un gran interés por promover el cooperativismo con vistas a solucionar los problemas de los viñateros.
7 El Departamento de Promoción Económica del Banco de San Juan, fue inaugurado el 24 de abril de 1959, con el objeto de hacer llegar la ayuda crediticia a zonas desfavorecidas económicamente y hacia firmas que carecían de los suficientes recursos como para reactivarse, pero que contaban con idoneidad, solvencia moral y técnica para ello. Para una más equitativa distribución de los fondos facilitados, se procedió a la división de nuestro territorio en cuatro zonas que podrían denominarse: "económicamente desarrollada", "en vías de desarrollo", "económicamente subdesarrollada" y "sin ningún desarrollo económico". Tanto las condiciones de pago como los tipos de interés fueron determinados en razón inversa de dicho desarrollo, favoreciendo económicamente a quienes la naturaleza había favorecido menos. Zona I: Departamentos Capital, Pocito, Rivadavia, Chimbas, Santa Lucía, 9 de Julio, Rawson, Ullúm, Zonda, Angaco, Albardón, San Martín, noroeste de 25 de Mayo y oeste de Caucete. Zona II: Departamentos de Sarmiento y Jáchal. Zona III: Sureste de Iglesia, centro de Jáchal y centro de Calingasta. Zona IV: Iglesia, Calingasta, 25 de Mayo, Caucete y Valle Fértil (Banco de San Juan, 1960: 2).
8 El proceso de construcción de Bodegas Regionales en la provincia de San Juan se encuentra desarrollado en Cercós y Mercado, 2012).
9 Formada por cuerpos de expedientes, construidos de la siguiente manera: nota de solicitud de aprobación de nuevos planos para ampliación de bodega; formulario de inscripción con datos del propietario, domicilio, capital inicial, capacidad, enólogo responsable, apoderado, en algunos casos datos del arrendatario e inventario de maquinarias; actas de inspección y resoluciones emitidas por la dirección aprobando o no lo solicitado en (Cercós, Mabel; Mercado, Gema, 2013).
10 La vida útil de los dos tipos principales de vasija (de madera y mampostería) no difiere significativamente en número de años. Se estima que cada diez años la reparación de la vasija de cemento representa el 30% de su valor y el 20% cada 20 años para la vasija de madera, donde el costo de la mano de obra alcanza niveles elevados. La vasija de madera cuenta a su favor con su independencia de desplazamiento, lo que posibilita su reventa o posterior utilización con otros fines, como por ejemplo para la reparación o la fabricación de pisos parqué. En cuanto a las razones técnicas del uso de uno u otro material en su construcción, los toneles de madera son insustituibles para la conservación y evolución de vinos finos tintos, jereces y licorosos. Por su parte la vasija de metal, convenientemente revestida en su interior, para evitar su contacto con el vino es ideal para conservación y evolución de vinos blancos finos y para todos los que ya hubieran cumplido su periodo de evolución totalmente. Sin embargo, su alto costo hace muy escaso su empleo. En Argentina la vasija de mampostería cumple el mismo fin.
11 El viejo problema de las prácticas enológicas ilegítimas (adulteración química o estiramiento de vino) fue abordado con la creación del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Ley 14.878, promulgada el 6 de noviembre de 1959), con funciones de fiscalización y control técnico de la producción, actuaría también como policía del vino para circulación y comercialización y además tendría a su cargo la promoción institucional del vino en todo el territorio nacional.
12 Sistema de elaboración por cuenta de terceros, desarrollado a partir de la necesidad de los productores de uva de encontrar una solución práctica a su posición en la mala estructurada industria vitivinícola; quienes apremiados en colocar su producción perecedera, en un momento de gran concurrencia de oferentes pasan a la siguiente etapa industrial, contratando con los bodegueros tal tarea y el posterior depósito de los vinos hasta el momento de la venta (Díaz Araujo y Iuvaro, 2006: 105-119)
13 Esto originaría un grave problema, la crisis de sobreproducción, similar a la de 1930 cuando se arrojó a las cunetas el vino por decisión de la Junta Reguladora.
14 Concepción: Localidad perteneciente a la Capital de la provincia, ubicada al norte de la misma.
15 El Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional de 1973 fue el punto de partida de una política orientada a restablecer la gobernabilidad de la economía (a partir de 1969, se registró un déficit del balance de pagos. La expansión de las importaciones, estimuladas por su liberación, fue un factor importante del proceso, pero influyó, además, el estancamiento de las exportaciones. Por otra parte, el aumento de los precios internos, frente a la inmovilidad del tipo de cambio, generó una crisis de confianza en la estabilidad del peso que alentó la salida de capitales. En este contexto, se sumaron tendencias recesivas en el nivel de la actividad económica, reinicio de las presiones inflacionarias, y la agitación social vinculada a las demandas de aumentos de salarios) y redistribuir ingresos sin comprometer la capacidad de acumulación de capital, el equilibrio externo, la estabilidad de precios y la eficiencia del sector público. Entre fines de 1972 y 1975, hubo un incremento de los precios de los insumos importados y de los precios al consumidor. (Ferrer y Rougier, 2008)
16 MUPA: Movimiento Unitario de Productores Agrovitícolas (grupo que se había escindido de la Federación de Viñateros).
17 Período octubre-febrero.
18 Eloy Próspero Camus (1973-1976) constitucional justicialista.
19 Conocido dirigente viñatero de la provincia, militante peronista y primer presidente de CAVIC.
20 Creado por Ley Provincial N° 1024, sancionada el 28 de octubre de 1946 junto con la creación del seguro obligatorio para los viñateros contra el granizo, por Ley N° 1422 sancionada el 8 de octubre de 1949.
21 En febrero de 1975, en San Juan, de acuerdo a los pronósticos del INV, se tendría una cosecha de 900.925.000 kg y una elaboración vínica de 720.000.000 de litros más la existencia calculada de 500.000.000 de litros, vale decir, el equivalente a más de una cosecha entera en piletas.
22 El Instituto Nacional de Vitivinicultura, conforme a la Ley 14.878, efectuaba la intervención de vinos por contener monocloro acético o bien por procedimientos incoados por excedentes de inventario, vinos enfermos, observados, averiados, etc. En muchos casos estos se encontraban sumariados, existiendo expedientes iniciados por plazos de hasta 10 años.
Bibliografía
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Cercós, Mabel y Mercado, Gema. "Transformación del espacio vitivinícola sanjuanino 1940-1960". Ponencia presentada en: XIV Jornadas Interescuelas/Departamentos de Historia. Mendoza, Argentina, octubre de 2013.
Cercós, Mabel y Mercado, Gema. "Un instrumento correctivo: Bodegas Regionales de la provincia de San Juan". Ponencia presentada en: III Congreso Latinoamericano de Historia Económica. Bariloche, Argentina, octubre de 2012.
De la Torre, Delia. Estado, Sociedad y Economía en la provincia de San Juan. Período 1950-1976. San Juan, EFU, 2012.
Díaz Araujo, Edgardo y Iuvaro, María José. Vitivinicultura y Derecho. Buenos Aires, Dunken, 2006.
Diario El Viñatero, 1973 a 1978.
Ferrer, Aldo y Rougier, Marcelo. La Economía Argentina. Desde sus orígenes hasta principios del siglo XXI. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2008.
INV. Síntesis Básica de Estadística Vitivinícola Argentina. Mendoza, Talleres Gráficos de la Imprenta Oficial, 1966-1990.
INV. Síntesis Básica de Estadística Vitivinícola Argentina. Mendoza, Talleres Gráficos de la Imprenta Oficial, 1960-1970.
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Mensaje del gobernador Federico Cantoni a la Honorable Cámara de Representantes. San Juan, Imprenta Oficial de la provincia,1932.
Sánchez, Alicia. Los efectos del terremoto del año 1944 en la Industria Vitivinícola de San Juan a través de los diarios de la época. San Juan, Inédito, 2011-2012.
Secretaría de Economía. "Evolución de la Capacidad de Vasija vinaria". En: Economía. San Juan, Bloque Gubernativo 9 de Julio, 1962: 16-17.
Situación vitivinícola de la Provincia de San Juan. Proyecto definitivo de regularización de ventas y precios de vino. Planilla definitiva de cálculos de costo de la producción de la uva y el vino y de capitales invertidos en viñedos y bodegas . San Juan, Talleres Gráficos del Estado, 1935.
* Proyecto Hombres, Uvas y Vinos (Tercera etapa). Período 2011-2013. Universidad Nacional de San Juan. Facultad de Filosofía, Humanidades y Artes. Instituto de Historia Regional y Argentina Héctor Domingo Arias.
RECIBIDO: 23-8-2013 ACEPTADO: 3-12-2013